Las aplicaciones web han revolucionado el ambiente informático del último tiempo, ellas reciben este nombre debido a que se ejecutan directamente en internet. Se alojan en la nube (granjas de servidores que se encienden/apagan de acuerdo al tráfico que recibe nuestra aplicación), las cuales se encuentran perfectamente diseñadas para permitir la interacción de millones de usuarios en tiempo real utilizando nuestro navegador.
Los principales navegadores con los cuales se ejecutan son Google Chrome, Mozilla Firefox, Opera, entre otros. No mencionamos Safari debido a que aún se encuentran algunos problemas de compatibilidad con algunas de nuestras aplicaciones, por lo que desaconsejamos su uso.
Las ventajas de las aplicaciones web versus las aplicaciones móviles es su simpleza, accedemos a una ellas a través de un dominio y ya nos encontramos dentro de la interfaz de usuario, sin necesidad tener que descargar nada, ni acceder a ningún market, ni tampoco solicitar permisos de usuarios.
Nuestras aplicaciones web son desarrolladas de manera responsiva (responsive en su terminología en inglés). Por lo que podemos acceder a ellas desde el navegador de cualquier dispositivo, ya sean teléfonos móviles, tablets, notebooks y PCs de Escritorio.
Dentro de cada aplicación podemos desarrollar a medida de su empresa/negocio diferentes módulos para cada una de sus necesidades, entre las que destacan: registro e ingreso de usuarios, carga y descarga de archivos o fotos, chats, reels de noticias, notificaciones, exportar a PDF, entrada y salida de datos, gráficos estadísticos, bases de datos de archivos gráficos, entre otros.